Al reino de los cielos se hace fuerza y los valientes lo arrebatan. El sufrimiento en esta vida no es de comparar con la gloria venidera. Ana, decisiones equivocadas no quiero, ¡ya eres limpia! Consérvate en santidad, porque regresa tu Salvador. Amén.

Hoy me he agradado de tu búsqueda; mi Espíritu se está moviendo en todo el mundo.
Tiempo de confirmación y preparación. Yo les hablo por mis profetas, a ellos escuchad. ¿Qué es el hombre para que de él me acuerde? La indiferencia y la desobediencia están apagando mis lámparas. Hay un solo camino, Jesucristo hecho carne. Amén.

Alaben mi nombre grande y tremendo. Cual Timoteo, desde su niñez puse mi mirada en él para bendecirlo, así me complazco en bendecir a esta niña. Me agradan los padres que enseñan a sus hijos el Camino de Santidad. Cristen, alaba mi nombre y ora por el afligido.

Lo vil y menospreciado de este mundo escojo Yo para avergonzar a los sabios y entendidos. Desde tu corta edad has tenido muchos sufrimientos, y todo eso quedó atrás, porque desde hoy Yo seré su protector. Camina en rectitud de corazón junto a tu madre. Hijos, recuerden el mandamiento con promesa para que les vaya bien: “Honra a tu padre y a tu madre”. Doménica, para Mí tú sí eres importante, y eso es más que todas las cosas de este mundo. Amén, Aleluya.

Fuego cayó sobre ti, quemando toda impureza y quitando tu ansiedad. Gozaos y alegraos, porque vuestra redención está cerca. Mantén y mantengan sus lámparas encendidas. Yo soy Jehová, y nada me sorprende; aun si un pajarillo cae a tierra, Yo estoy enterado, ¿no sabré de los cambios? Estaré con vosotros todos los días. Amén.